Soy un chico en situación de calle
- comunicacioninterg
- 31 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Soy un chico como tú y como cualquier otro joven. Tengo sueños y anhelos, así como tú los tienes; pero, ¿por qué me siento marginado por la sociedad? ¿Por qué me haces de menos? ¿Por qué te crees superior a mí, sin mostrar un poco de compasión?
Mi vida no ha sido fácil, no es mi decisión estar en la calle. Créeme, nunca quise ser un chico en situación de calle. En mi caso fueron las malas decisiones de mis padres y los abusos que viví en mi casa. No podía más, tenía que salir de ahí. No tuve alternativa y me siento atrapado en un lugar donde ya no tengo esperanza de poder salir.
Mucha gente puede pensar que estamos acá por simple rebeldía, pero ese no es el caso de muchos. Me ves en la calle pidiendo dinero y te da miedo que pueda llegar al punto de robarte, pero no piensas en cuántos días he pasado sin comer; no te imaginas la desesperación que estoy viviendo porque muero de hambre. Siento mucho frío por las noches y no puedo regresar a casa. Siempre tuve el sueño de ir a estudiar, de superarme y ser alguien diferente. Muchos prometieron ayudarme, sacarme de acá, pero creo que lo olvidaron. Mis compañeros, algunos de ellos, se drogan para no sentir frío, para no sentir la soledad y la tristeza que es vivir en las calles. Te veo pasar y te cuesta incluso saludar, solo piensas que soy un chico más que nada podría alcanzar.
Por eso, a veces me pregunto si tú sabes eso. Si tú tratas de tener un poco de empatía por tu prójimo, si te pones en sus zapatos y haces el mínimo esfuerzo por pensar en cómo estuvo su día o cuáles fueron las razones que lo llevaron a estar donde está ahora.
Nuestra burbuja no nos deja ver mas allá de lo que pasa en nuestra casa o trabajo, pero es necesario que abras los ojos y veas que en el mundo hay muchas personas necesitando de ti. No es necesario que hagas grandes obras, pero tu empatía hace el cambio. Antes de juzgar asegúrate que has hecho un esfuerzo por saber más de esa persona. No se vale juzgar un libro solo por la portada.
Escrito por: Dulce López
Editado por: Daniel López y Julio Albizurez
Realmente a veces solo pensamos en nosotros mismos sin darnos cuenta que hay gente que vive en situaciones malas cada día.
Para muchos es fácil juzgar a los demás sin conocer su pasado. No todos tenemos las mismas oportunidades que otros, debemos ser agradecidos en todo momento y ayudar al prójimo sin importar su género, color o creencias religiosas. Al mostrar un poco de humanidad podemos cambiar sus vidas.
Se dice que los niños y jóvenes son el futuro de la nación, pero si estos viven en una sociedad que les da la espalda y tan solo observan con indiferencia cómo son abandonados por sus familias, viven en la violencia y luchan por sobrevivir, ¿Cuál será entonces el verdadero futuro que nos espera?
Muy cierto a veces no nos detenemos a ver la verdadera situación de nuestro prójimo y nos cuesta ser empáticos con los jóvenes que vemos en la calle. Es una situación difícil pero que deberíamos comprender más y sobretodo ayudar.
Una realidad muy cruda que no muchos quieren ver.Lastimosamente estos jóvenes no han tenido una vida fácil por varios motivos, ya sea por decisiones propias o de familiares. Aunque el Estado tiene centros de ayuda, estos jóvenes prefieren las calles ya que en esos lugares sufren otro tipo de abusos.