¿Cómo valorar los malos momentos?
- comunicacioninterg
- 16 oct 2019
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Seguro que alguna vez has atravesado un momento difícil: porque no te saliera algo como esperabas, porque no te encontrabas bien o porque perdiste a algún ser querido. Lo que sea. En esos instantes no brotan emociones positivas necesariamente, ni te apetece estar alegre. Te pueden decir que veas la botella medio llena, que te animes, pero te sirve de poco. Estás mal y punto; y lo peor que puedes hacer es, además, sentirte culpable por ello. Tendríamos que reivindicar el derecho para atravesar malos momentos, porque son necesarios, porque tienen un motivo y porque quizá tengamos una imagen de la felicidad que no existe.
Soñamos con una vida sin malos momentos, sin altibajos y pensamos que las personas felices y exitosas seguramente nunca los han tenido pero al final es todo lo contrario. Cada una de las personas que admiramos y que probablemente tenemos como ejemplos a seguir tuvo problemas y malos ratos en su camino, tomó ventaja de lo aprendido durante las “malas temporadas” y lo volvió a intentar. Por esto debemos de saber que los malos momentos nos ayudan a fortalecernos, nos aporta sabiduría, nos entrena en resistencia, nos ayuda a ser más compasivos y nos lleva a respetar de un modo profundo la realidad.
Cuando nos sonríe el éxito, nos sentimos fuertes, invencibles y podemos caer en la arrogancia. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un contratiempo, a un fracaso o a una pérdida, nuestras seguridades se tambalean un poco. Los malos momentos nos ayuda a cuestionarnos y a indagar sobre ciertas certezas. Y eso es saludable porque transitamos de la posible arrogancia a abrazar la humildad, a poner los pies en la tierra.
Escrito por: Gabriela García
Editado por:
Briam Moscoso
Ana Rodríguez
Isabel Subayú
Sin duda esos momentos incómodos son parte del proceso, y debemos aprender a sobrellevarlos. ¡Muy buena reflexión!
Éxito, la clave es aprovechar cada oportunidad que tengamos para sobrellevar nuestros planes y llevar a cabo la meta al final del día.
Mi mamá siempre nos enseñó que uno para llegar a lo más alto tiene que empezar desde lo más bajo. Siempre he pensado que no hay nada fácil, tal vez no disfrutemos pasar momentos "malos" pero debemos de agradecerlas porque esas cosas malas nos ayudarán a ser humildes y ayudar a otras personas que están empezando su camino.
Hay que valorar los malos momentos pues de los errores se aprende y también se debe reconocer que no todo lo que brilla es oro. Briam
El secreto del éxito es saber que cada pequeño esfuerzo cuenta y que la clave es saber apreciar cada oportunidad que se nos presenta.